En Dok.Fest, Sombras fue incluida en una programación especial dedicada a África, de la que también formaban parte varias películas que descubrí con gran placer, como Lieux saints, de Jean-Marie Téno, o Entre la coupe et l’élection, de Monique Mbeka, realizadores ambos presentes en el festival.
Munich es una muy bonita ciudad, donde tanto la película como yo fuimos muy bien recibidos. Pude disfrutar de la amabilidad y hospitalidad del equipo del festival y también de la gran calidad de las dos proyecciones, celebradas en muy buenas salas, a las que siguieron sendos debates muy ricos con un público bastante heterogéneo: había alemanes, desde luego, pero también africanos e incluso algunos españoles. Estos, por lo demás, se sorprendieron al oír que Sombras seguía inédita en España, cuando la sociedad española está tan necesitada de descubrir este tipo de películas y lo que en ellas se dice (punto que suscribo plenamente). Por mi parte, no pude más que manifestar mi acuerdo y mi perplejidad y lamentar que la película no tenga por ahora ningún eco en el país donde fue rodada. Al mal tiempo buena cara, así que ni eso ni los desmanes del volcán finlandés impidieron que abandonara Munich (a destiempo) con muy buen sabor de boca.